Autora: Rosa Isela Bastidas Camacho EL HILO DE LAS BESTIAS CAPÍTULO I La Distracción de ANACLETO
Autora:
Rosa Isela Bastidas Camacho
EL
HILO DE LAS BESTIAS
CAPITULO
I
La
Distracción de ANACLETO
Siendo
muy de mañana a espaldas de la montaña donde habitaba Don Pascual también se
encontraba otro poblador Oriundo de la Ciudad, el cual tenía ciertas costumbre,
que sin duda alguna eran de extrañas para muchos, no entendía como un anciano podía
vivir solo, desolado que casi nunca bajaba al pueblo, y cuando lo hacia todos
los pueblerinos lo miraban con una cruel sonrisa de asombro sin igual pues
siendo así, él pensaba “ que cosas me ven como si fuera de otro planeta vaya
pueblo, es que casi nunca se dedican a lo que deben hacer, pues bien pues yo a
lo que he venido, esa sonrisa fingida es de ilusoria aptitud, pues en realidad
un viejo como yo que dudas puede despertar”, y así ANACLETO, en su
singular apariencia no de vanidad de humildad se paseaba a ser lo que cada vez
aquel pueblo aducía el realizaba por cuaresma. Ha medida que retornaba a la
Montaña el anciano medio jorobado de tanto escarniato con sus plantas que para él
era su tesoro subía caminando de vuelta a su casa, poco a poco así se desplazaba
de forma sollozante paso a paso y así cantaba para animarse “ paso a paso va el
viejo morrocoy, como si nada, como si no se cansara, así voy de proeza en proeza,
como el dulce suspirar, caminando, caminando, sin descansar, hasta llegar a mi
dulce hogar”. El camino no era más de Cuatro horas de distancia dese el pueblo
hasta su casa quizás hasta cinco Máximo, sin embargo, disfrutaba el hacer la
tarea, disfrutaba ese espacio de camino como si el viento le acaricia y los árboles
le hablaran, desde lo más profundo de su alma así disfrutaba. Al llegar a su
cabaña respiraba profundo “aaaaaaaaa” he llegado a mi dulce hogar a mi dulce aposentó”
he llegado, sin duda alguna , he llegado, tengo mis plantas, tengo mi alimento,
tengo lo que según me ha enseñado la vida que necesito para seguir respetando
la vida, pero aquí en esta cabaña cuando miro que solo a mucha distancia de
camino, tengo quizás un amigo, o unos cuantos amigos porque sé que la Tierra,
el viento, los pájaros, ellos también aunque muchos siente su silencio, yo
siento sus palabras, y son mi compañía en el sendero de la montaña, que dulce
es el despertar tan sobrio que desde aquí puedo disfrutar, ¡después de respirar
profundo algo cansado del viaje decidido dormir un poco! Al despertar salió al
patio de la cabaña tenía papel y lápiz, y sobre una letras expreso los
siguiente así tal cual se expresó “ cada vez que llego al pueblo, todos me
miran, si es extraño sentir una sonrisa, o más de una sonrisa, y me miran como
si fuese de otro planeta, vaya pues cosas, que no disimulan, y sin embargo en
cambio los animales me acarician, se acercan a mí con mensaje de alegría
sincera, qué diferencia hay entre la vanidad, y la humilde sinceridad, que
cosas dicen muchos, que cosas dicen unos cuantos, el animal no piensa así
dicen, pero para mí ellos entienden y son símbolo de pureza, transmiten el más
sincero sentimiento, por ello me gusta estar aquí en mi monte en mi lecho de
montaña, y vaya que barbaridad que cada vez que bajo al pueblo, esos
pueblerinos, se comportan como los que ellos idolatran sin ser Dioses, esos que
ellos le llaman sus gobernantes, esos que les sometan y encadenan a permitirles
mandar en su humanidad, vaya este mundo que cosas y singularidad
comportamiento, vaya pues, donde las personas actúan de acuerdo a lo que según
la sociedad así le exige a comportarse. Debo sonreír quizás con mi ropa de
costumbre así he bajado al pueblo, los animales me saludaban con amor y los humanos se sonreían sin ganas, vaya mundo
este, vaya gente que no entiende cada quien debe ser como quiere ser, sin que
le codicie a otro lo que en realidad así le pertenece por naturalidad, y me
sonrió nuevamente cuando me acerque a la mujer que vende las verduras hay Dios,
que cosas, de milagro no me pego, claro mis uñas llenas de sucio, para ellos
sucio, en realidad solo estaban llenas de la madre tierra, pero como ellos son
de la gran sociedad, nada de nada todo lo que no es igual a ellos , suele ser
extraño, suele ser raro, suele ser hasta desagradable, pues cuento a mi me
educaron distinto, cada quien bajo su apariencia, se somete a su criterio
respetando lo que le rodea, vemos cosas, de acá, vemos cosas de allá y por
pensar distinto no soy mas o menos, y me
voy a los tiempos de la época de la mas antigua existencia, donde la nobleza
por conquistar grandes espacios, y tener palacios, conquistaba con Armas, y
sometía con terror , para mi es terror , para ellos en esos tiempos era
defender sus intereses, vaya que intereses, lo mejor para unos, lo menos
agradable para otros y hoy al bajar al pueblo me sentí, mas que siervo , mas
que esclavo, mas que vasallo, me sentí como incomprendido, como si fuera de otro mundo, porque a tal punto si
no visto como ellos, si no me comporto como ellos, si no hablo como ellos,
nadie se acerca de forma sincera , y me pregunto porque el ser humano no
respeta, porque el ser humano el que se hace llamar humano no acepta que
existen seres diferentes, especiales que no necesariamente se identifican con
las costumbres presentes, con las costumbres pasadas, con las costumbres
futuras, porque simplemente llevan su originalidad del corazón, simplemente
llevan su originalidad desde las entrañas de origen de su ser, así de simple
son, sin embargo comienzo me coloco como ejemplo, ante esta sociedad, soy una
anciano que vive en un monte muy alto, muy alto, en una cabaña desolada de lo
que no es igual, desolada de lo que es muy según diferente , siembro en la
tierra por ello mis uñas , tiene tierra, el agua es natural, muy fría , y la
semilla la busco en la ciudad en el pueblo, tengo aun tengo todos los dientes,
y solo me lavo la boca con agua, agua pura de manantial, lo que cultivo con la
semilla que compro en el pueblo, solo la siembro sin nada de esas cosas raras
que ellos llaman químicos, solo abro un pequeño hueco en la tierra agrego la
semilla, y así siembro , el sol me ayuda, la luna me ayuda , y la tierra me
alimenta, nada que codiciar a los que rodean, todo lo hago con amor, y desde
aquí desde esta montaña permanezco muy feliz, saludo con mi cosecha a mis
paisanos, cuando me acerco, a mis amigos, es que me gusta compartir con los
iguales a mí, así como los animales ellos siento que son iguales, a este viejo
que agarra un lápiz y un papel quizás
por su estado para unos sucio, para otros, me dirían como es que ellos hablan
cochinos, pero para mi son hojas que puedo utilizar para en vez de juzgar, y no
ser como cualquier otro me siento a escribir con un tizón de carbón es el
lápiz, así reflexiono y me corrijo, con la letra me corrijo, hablo con la
letra, y ella me entiende , ella me contesta y la letra me aprecia, aquí dejo
mis notas de como este viejo Anacleto sin ser muy aprendido, escribe, para que
alguien las lea algún día, para que alguien no señale al que es diferente, por
su pensamiento, por su ropa, por su comer, por lo que sea, no señale
simplemente sea comprendido, entendido, amigo como la letra con el lápiz y el
papel. Cada cierto tiempo bajo al pueblo, me despierto muy temprano, no me baño
de temprano aquí hay que esperar que el sol caliente, hay que esperar que el
rayo de mi amigo el sol se pose sobre el agua , para que caliente, así que me
levanto temprano cada dos semanas y bajo al pueblo solo a buscar lo necesario,
mi semilla, algunas que otros detalles, y los animales se alegran, cuando entro
a las tiendas me no que quitan las miradas de encima, no me es incomodo ya me
acostumbre a que el pueblo juzga desde su condición moral, yo simplemente sigo
mi camino y entiendo que ellos le han aprendido a los que se sienten sus dueños
, a los que hacen las grandes normas que en su mayoría no cumplen, y a los que
se hacen los estrictos, pero no son para nada mas ni menos de la mitad de lo
que soy, ellos solo se suelen comportar como esos que dicen que gobiernan, así
son, se disuelven sus acciones en su saliva,
nunca calman su lengua, y siempre codician, sus reglas son lo contrario
a lo que expresan, lo contrario a lo que aplican, porque no respetan la
principal norma, el respeto a ser diferentes, todos somos diferentes de
pensamiento cada una, cada uno tiene dotes, quizás ocultos porque desde adentro
no han aprendido a conocerse, desde adentro no han aprendido a quererse y pasan
toda subida implantando sentimientos distintos, a lo especial que somos el amor
verdadero, pues si por ello desde mi cabaña con estas notas que dejo espero que
alguien alguna día, las lea de mañana , de tarde , de noche , junto a su café,
junto a la luna , junto al sol, junto a las estrechas o mejor aún desde su
corazón, y entienda que es mejor no alimentara la contradicción a la
diferencia, mas bien debemos alimentar el respeto a la diferencia, el no
juzgar, el no murmurar, simplemente hacer ante la diferencia al mas simple
respeto.
Comentarios
Publicar un comentario